El 5 de Abril de 2013 se aprobó el Real Decreto 235/2013 que recoge el procedimiento básico para la certificación energética de inmuebles, que viene derivada de una exigencia europea y afecta a todas las viviendas, locales comerciales y edificios.

Este certificado sirve para conocer la eficiencia energética del inmueble, mejorarla, y en consecuencia, reducir el consumo. Su tramitación tiene carácter obligatorio si queremos vender o alquilar un inmueble y tiene una vigencia de 20 años.

Se establecen siete categorías: A (mas eficiente) G (menos eficiente). Esta valoración se produce en función del CO2 emitido por el consumo de energía.

Un factor determinante para conseguir una alta calificación es la instalación de carpinterías fabricadas con materiales aislantes como es el PVC, según los resultados de estudios realizados por IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía). Las carpinterías de PVC, incluyendo vidrios de baja emisividad, son los cerramientos con mejor rendimiento térmico, aunque no se puedan descartar los perfiles de otros materiales que tengan el mismo valor U.

Si quieres conseguir para tu vivienda o local la máxima categoría en el certificado energético, sustituye las antiguas ventanas por una carpintería con alto rendimiento térmico y conseguirás revalorizar tu inmueble, economizar en el gasto de energía y disminuir la emisión de CO2.

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